Guía del visitante

 

ÁVILA, CIUDAD AMURALLADA

Ávila es una ciudad y municipio español, situado en la comunidad autónoma de Castilla y León. Se encuentra situada junto al curso del río Adaja y se trata de la capital de provincia más alta de España, a 1131 m sobre el nivel del mar, en virtud de lo cual en su casco urbano son relativamente frecuentes las nevadas durante el invierno. La ciudad presenta un clima mediterráneo continentalizado con matices montañosos.

Tras la fundación romana y la asimilación de la población autóctona vetona de la zona -pues no existen indicios claros de un asentamiento prerromano en el casco histórico- la ciudad pasaría al poder visigodo. Ávila cayó, al igual que la mayor parte del territorio peninsular, bajo dominio musulmán a comienzos del siglo VIII, y no sería reconquistada de forma definitiva por las tropas cristianas hasta el siglo XI. Experimentó un notable auge durante el siglo XVI, para verse posteriormente sumida en una prolongada crisis y declive hasta el siglo XIX, en el cual la construcción del ferrocarril consiguió dar un empuje al desarrollo económico.

Ávila posee los títulos de «Ávila del Rey» —otorgado por Alfonso VII—, «Ávila de los Leales» —otorgado por Alfonso VIII— y «Ávila de los Caballeros» —otorgado por Alfonso XI—, todos ellos presentes en la bandera de la ciudad. La seña de identidad es su muralla medieval completa, de estilo románico, destacando también otras construcciones representativas como la Catedral del Salvador —cuyo cimborrio se monta sobre la muralla— o la Basílica de San Vicente. Ha sido considerada tradicionalmente como «ciudad de cantos y de santos» y su casco histórico medieval, en excelente estado de conservación, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985.

GASTRONOMÍA

La "Tríada Gastronómica" de la ciudad son las judías del Barco, el chuletón de ternera (dependiendo de la capacidad de cada uno de 500 gramos a 1 kilo de peso) y las yemas de Santa Teresa. Con un menú de este tipo, el visitante quedará saciado, agradecido y preparado para seguir conociendo las maravillas que atesora la capital.

Un menú de este tipo es fiel reflejo de la gastronomía abulense, fundamentada en los productos agrícolas y ganaderos de una provincia con gran diversidad geográfica y climática. Por ello, la legumbre es tan afamada al alternar la judía barcense y la carilla (pequeña judía blanca con una pinta negra) de las riberas del Tormes, con el garbanzo de La Moraña al norte de la provincia. Y en las carnes, el cabrito de Candeleda con el cordero del valle de Amblés y el cochinillo asado o tostón del norte de la provincia.

Las formas de elaboración son de gran sencillez, primando la calidad del producto que proporciona, de por sí, sabores originales, sin necesidad de aditamentos.

Pero hemos empezado por el final, por la comida, y hay un preámbulo que siempre debemos seguir como de obligado cumplimiento en nuestra visita a la ciudad amurallada y es el del tapeo, el "ir de pinchos". En Ávila toda consumición va acompañada de un platillo en miniatura de manjares de todo tipo. De los clásicos callos, las mollejas o la omnipresente tortilla de patata pasando por los bocatines, la empanada, etc., todo un gusto para el paladar por lo apetecible del picoteo, de ir degustando pequeñas raciones de variopintos guisos. Si se alarga el tapeo y ante lo abundante de las viandas, será el momento de decidir por el menú a degustar.

Y es que, ampliando el menú ya enunciado con otros platos genuinos, no debemos olvidar las sustanciosas sopas de ajo o castellanas siempre con ese regusto característico a pimentón de Candeleda o los productos de matanza que, aquí, se conservan en pucheros sumergidos en el propio aceite en el que han sido previamente fritos de ahí que se denominen "lomo o chorizo de olla".

Ya se ha mencionado que los asados se fundamentan en ejemplares de razas autóctonas (como la ternera con Denominación de Origen o el cabrito y el cochinillo que tienen denominación propia). Pero la forma clásica de comer el cochinillo en Ávila es frito y refrito, en pequeñas tajadas, vamos cuchifrito.

Si se prefiere el pescado a la carne, se puede optar por las afamadas truchas fritas, al horno o en escabeche. Y como ciudad de interior de tradición católica, el bacalao alcanza excelentes formas de preparación; rebozado, al ajo arriero, con salsa de pimientos, etc.

No hay que olvidar el regar estos alimentos con los vinos del terruño que siguen la máxima de la simplicidad y son sabrosos, recios y contundentes, procedentes de la zona del Alberche. Edulcorados y afrutados, los encontramos en forma de limonada en la época de celebración de la Semana Santa abulense. Y derivados del orujo, hay aguardientes de variados sabores y aromas.

El postre más sano, el de la fruta, debe adaptarse a la temporada biológica para que ésta se consuma en su mejor momento: melocotones de Burgohondo, manzana reineta del Barco de Ávila, cereza del Valle del Tiétar o el higo de Poyales por poner algunos ejemplos. Y para los más golosos y aparte de las afamadas yemas, hay una gran variedad de dulces tradicionales como los mantecados, perrunillas, amarguillos, jesuitas, empiñonados, torrijas, etc. Por pastelerías que no falte que la capital está plagada de ellas.

MONUMENTOS

La Muralla

Al margen de evidencias arqueológicas que apuntan a una primitiva cerca de época tardoantigua (S.V), y que encerraría un espacio reducido, la muralla es esencialmente medieval. Con un perímetro de 2.516 m (englobando un área de 33 H), 87 torreones o cubos, 9 puertas y 2 porteras, y 2.500 merlones, el de Ávila es el recinto amurallado mejor conservado del mundo.

Palacios adosados al interior constituirían un segundo cinturón defensivo ante posibles revueltas populares y/o de inclusiones del enemigo en la ciudad.

Polémica es la datación de su construcción. Hay autores que, fieles a la tradición, la encuadran en los últimos años del S.XI; otros opinan que es una obra fundamentalmente de la segunda mitad del S.XII- principios del S.XIII, como lo son fortificaciones vecinas.

La Catedral

La Catedral de Ávila se proyecta como templo y fortaleza, siendo su ábside, conocido como cimorro y entestado en la muralla, el cubo más robusto del lienzo oriental.

Considerada la primera catedral gótica de España, se erige sobre los restos de un primitivo edificio dedicado a El Salvador, siendo en el año 1172 cuando Alfonso VIII decide la ampliación de la fábrica anterior, encargando los trabajos al maestro de obras francés Fruchel. Éste será el encargado de comenzar la consolidación del actual edificio, en estilo románico de transición al gótico. 

Tras su muerte, una segunda fase constructiva muestra el cambio de materiales con la utilización de sillares de granito, continuándose la obra en estilo gótico.

Del S.XIII son el primer cuerpo de las torres y las naves, y del S.XIV el segundo cuerpo de las torres, el claustro (rematado en el S.XVI), las bóvedas y los arbotantes. En la segunda mitad del S. XV la portada de acceso –puerta de los Apóstoles del S.XIII- fue desmontada y trasladada al muro norte; Juan Guas será el autor de la nueva portada occidental. En 1578, sobre el original tejado de piedra berroqueña, se levanta, previo alzamiento de los muros laterales en ladrillo, la actual cubierta. A finales del S.XVI- principios del S.XVII se concluyen las obras, con la anexión de algunas capillas.

Basílica de San Vicente

Extramuros, la basílica de San Vicente, construida en granito "caleño", se levanta, muy condicionada por la orografía, en el lugar donde la tradición señala fueron martirizados y enterrados Vicente, Sabina y Cristeta. Es el gran modelo del románico en Ávila y sus cuidadas proporciones le convierten en un ejemplo único del románico hispano; receptor de las influencias foráneas y de la fábrica de la catedral, es al mismo tiempo difusor del estilo en la ciudad.

Su construcción se inicia hacia 1120, ejecutándose la caja general, hasta alcanzar la puerta Oeste; hacia mediados de la centuria (1150-1170), se alzaron las torres y el nártex de entrada, cerrándose las naves laterales con bóvedas de cuarto de cañón deprimido y bóvedas nervadas para la central, que ya anuncian el gótico. 

A mediados del S.XIII se cubre el cimborrio con bóveda ochavada. Los capiteles historiados de la capilla mayor, el cenotafio de los santos (obra de Fruchel de mediados del S.XII), en el que se relata la detención, condena y martirio de los santos Vicente, Cristeta y Sabina, la portada occidental y la cornisa meridional, constituyen lo mejor de la escultura románica del templo y de la ciudad.

Real Monasterio de Santo Tomás

El monasterio dominico de Santo Tomás fue construido bajo el mecenazgo de Hernando Núñez de Arnalte -tesorero de los Reyes Católicos-, su mujer María Dávila, el inquisidor fray Tomás de Torquemada y los Reyes Católicos. Los trabajos comenzaron en el año 1482 y en 1493 concluyen, aunque posteriormente, por iniciativa de los Reyes Católicos, se construirá un palacio en torno al claustro oriental o "de los Reyes", y el sepulcro del Infante Don Juan en la iglesia, fallecido en 1497.

Sede inquisitorial, en el S.XVI se establece la Universidad de Santo Tomás, que perdurará hasta el S.XIX. El monasterio ha sufrido multitud de agresiones a lo largo de la historia: saqueado durante la invasión francesa, abandonado tras la desamortización de Mendizábal y afectado por incendios en 1699 y 1936.

MUSEOS

Museo Teresiano  Convento Santa Teresa

Instalado en la cripta del Convento de Santa Teresa que, único en la arquitectura religiosa española, se construyó para salvar un desnivel urbano y poder asentar el edificio, pero también por la búsqueda de lugares de almacenamiento, caballerizas y como camposanto. La planta de la cripta está distribuida en torno a dos patios, uno rectangular hacia el sur y otro cuadrangular hacia el norte. Construida sobre un elevado zócalo de mampostería, del que parten arcos rebajados de ladrillo que soportan una también rebajada bóveda de aristas del mismo material. En el zócalo se reutilizó una escultura zoomorfa vettona.

El Museo se divide en 10 salas, conteniendo pinturas, libros y diferentes objetos referentes a la vida de la Santa abulense.


Centro de Interpretación de la Mística

Centro único en Europa, que pretende introducir a los visitantes en el fenómeno místico. Se ofrece como un compendio de la mística universal y como una obra de arte de rasgos místicos.

Se ubica en un edificio rehabilitado extramuros, muy próximo al convento de Santa Teresa, en el que no se ha alterado el volumen, introduciéndose una estética contemporánea, cuyo rasgo más significativo es la cubierta prismática, que deja filtrar la luz a través de una membrana laminada exterior.

Se organiza en cuatro salas, que coinciden con los cuatro universales en que los creadores han dividido la mística: Sala 1, la tradición; Sala 2, la del conocimiento del yo, el lugar para estar consigo; Sala 3, la iluminación, la de la unión con Dios; Sala 4, la acción, la vuelta del misticismo al mundo. Muestra, a través de símbolos distribuidos en las cuatro salas, los rasgos generales sobre el conocimiento de la Mística.

Centro de Interpretación Mundo Vettón

“Vetonia, Cultura y Naturaleza” se ubica en las antiguas caballerizas del Palacio de Los Mújica (Torreón de los Guzmanes), donde el visitante puede comprender la cultura vettona, desarrollada en estas tierras entre el S.V a.C y la ocupación romana (mediados del .II a.C).

A través de 12 salas se recogen los diferentes aspectos de esta cultura castreña (quiénes eran los vettones, los castros y su arquitectura, economía, sociedad, ritual funerario, etc.), encuadrada en la edad del Hierro II, haciéndose un acercamiento a los castros de la provincia.

Reserva un espacio para exposiciones temporales, mostrando otros aspectos que pueden ser de interés.

TRANSPORTE Y COMUNICACIONES

Carreteras

Ávila está comunicada por carretera con Salamanca a través de la autovía AP-50 y con Madrid a través de la autopista de peaje AP-51. Cuenta además con diversas carreteras nacionales que comunican la ciudad con el sur del Sistema Central.

Autobuses

Para el servicio de autobuses interurbanos cuenta con una estación en la avenida de Madrid, que será sustituida por una nueva instalación en la avenida Juan Carlos I, a escasos 300 m de la estación de tren de la ciudad. La nueva estación cuenta con un total de 18 dársenas. Se trata de un edificio con un diseño moderno y que consta de una característica torre de colores.

https://avila.avanzagrupo.com/lineas-y-horarios/plano-de-las-lineas